El tiempo del paso

20.21pm marca mi Casio-mini en color dorado, bonito, pero algo desgastado por el tiempo. Miro a mi alrededor, y reparo en los ojos de una mujer fijados en la barra de acero del metro, donde yo me agarro, para no caerme por el intenso vaivén del metro, ¡va rápido hoy!. Vuelvo, y la mujer sigue fija en la barra, ¿habrá sido un día duro en el trabajo?. Giro la cabeza sutilmente hacía el suelo. Me encanta observar zapatos. Los zapatos dicen mucho de quién los lleva; sus vidas, su interés por estar a la moda, sus inclinaciones políticas, ¿tiene hijos?, ¿tiene perro?, ¿será vegetariano?... y así pasa mi corto pero intenso viaje en metro. ¡Gran momento del día!

20.26pm. Verdaguer. Entran unos zapatos cansados, zapatos desgastados por vivencias, por ciudades recorridas, por lluvia, por sol y por la sal marina que se denota en el pie derecho hacía la punta.¿Qué habrán vivido esos botines? tienen tanta personalidad. Fiesta clandestina en un Glastonbury de antaño, esas manchas no son de cualquier fango. Son fango de origen. Recorro con precisa atención las arrugas de la solapa y lo que debería de haber sido un color chocolate reluciente en su día, me llama la atención. mmm chocolate...mi mente vuela. 

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Allegra*